jueves, 22 de noviembre de 2012

Meine Mutter



Mucha gente me dice que soy del tipo de persona que siempre ve el vaso medio lleno, a la vuelta del tiempo la mismas personas me acusan de pesimista y sarcástico para después volverme a decir que soy un optimista sin remedio.  Pero en realidad en lo que no reparan, es en que la vida es así, llena de momentos y claro oscuros esperando para ser disfrutados y aprovechados al máximo.

Aunque es un lugar común, sigue siendo difícil entender que es decisión propia vivir y ser felices con lo que tenemos aún en las circunstancias más adversas. Si te deprimes eres criticado por hacerlo y te dicen: "no es para tanto" y si tratas de ser feliz a toda costa incluso en medio de la tormenta, la gente te cataloga como mínimo de loco.

Hoy hace seis meses mi madre se marchó físicamente de nuestro lado, muchas reacciones y sentimientos se desencadenan cuando fallece un ser tan cercano y querido. Nosotros (mi hermana y yo) decidimos intentar llevar las cosas como ella nos enseñó a través de su ejemplo de vida, de una forma que aunque es poco común para la mayoría, bien vale la pena compartir, siempre estuvo llena de alegría y optimismo, viviendo y disfrutando cada minuto al máximo y procurando una sonrisa y disposición para ayudar a quién se atravesara en su camino sin pretender mayor beneficio que el de arrancar una sonrisa o un gesto de alivio en ellos.

Para casi todos, nuestras madres son las mejores, pero cuando la gente que te rodea dice eso sobre la tuya, entonces algo ha de haber de cierto. Para aquellos que la conocieron sabrán que cualquier intento se quedaría corto para describir su peculiar, contagiosa y envidiable forma de ver, sentir y aprovechar su paso en este mundo.

Su frase favorita era "el respeto al derecho ajeno es la paz" y agregaba "no se metan con los demás, mientras estos no hagan daño a nadie déjenlos ser felices, dejen que cada quien haga lo que le de su $*%&# gana". 

Le molestaban las injusticias y no comprendía como la gente podía dañar, perseguir, criticar e insultar a otros seres humanos por diferencias tan básicas como los gustos deportivos o cosas tan complicadas como la religión, estrato social y preferencias electorales. Siempre estuvo abierta a probar cosas nuevas y dispuesta a aceptar y aprender de los distintos puntos de vista respetándolos todos, a menos que alguno de ellos afectara a terceros.

Hasta el último momento se preocupo por ayudar a los demás y dejó un ejemplo muy claro  hasta en la forma de irse, su partida representó vida y nuevas oportunidades no sólo para las personas que recibieron sus órganos sino también para aquellas personas que fueron tocadas por la historia de su partida.

Para no alargarme y mantenerlo simple, la intención de este post no es describirla, hablar de lo buena que era o de lo mucho que nos dio y nos hizo felices, cada persona que fue tocada por ella tendrá sus momentos y anécdotas que con seguridad bien podrían por si solas integrar un blog aparte.

El motivo de este post es hacer algo que sé que a ella le hubiera encantado, tratar de transmitir un poco de su forma de ver y disfrutar la vida y compartirles algunos de los muchos regalos que nos dio con el ejemplo. Con la esperanza de que si estas palabras llegan a tocar y ser de utilidad a al menos uno de ustedes, el objetivo estará cumplido.

Es fácil dar consejos, pero es muy difícil transmitirlos con la silenciosa práctica del ejemplo y esa fue la forma en la que ella procuró contagiarnos esa peculiar chispa que la caracterizaba en sus acciones. Muchas cosas nos dejó como legado, pero quiero compartir con ustedes sólo tres, las tres que considero básicas y que son tan sencillas que su simpleza las hace difíciles de detectar a simple vista. Tres cosas que te ayudarán a disfrutar más y que no debes perder de vista: la fe, el desapego y la disposición para ayudar.

Fe: "Confía en Dios que por mucho es más sabio que tú" ó lo que es lo mismo "No hagas drama, no pasa nada". 

Ella veía este tema más como un asunto de confianza, porque desaprobaba la fe dogmática y a veces fanática que algunas religiones o grupos promueven entre sus seguidores. Siempre que nos aquejaba algún problema, nos decía que debíamos confiar en dios, en el universo, en el destino, pero sobre todo en nosotros mismos, por que somos nosotros los únicos capaces de procurarnos la felicidad.

Decía que si pedimos las cosas se nos darán no por acto de magia, sino por que la vida te las ofrecerá cuando estas conlleven un bien para ti y para los demás y que si lo que pediste no te fue concedido es por alguna razón, la cual terminaremos descubriendo con el paso del tiempo. "El universo conspira a favor de aquel que busca el bien".

Desapego: "Si algo es para ti, te estará esperando, si no, aunque pelees y luches jamás lo será" ó lo que es lo mismo "A fuerza ni los zapatos entran".

Sobra decir que se cansó de repetirnos: "Te lo dije" ella realmente sabía como soltar las cosas "Deben trabajar el desapego" nos repetía una y otra vez, tienen salud y se tienen a si mismos y ese es un gran comienzo para lo que deseen conseguir en esta vida. "Las cosas pasan por algo y si no pasan pues a lo que sigue". Su concepto del tener era el hacer. Las cosas materiales para ella no importaban, lo que importaba eran nuestras acciones y vivencias y valoraba a las personas no por su cuenta bancaria, sino por la cantidad de buenos y malos momentos compartidos.

"Ya chocaste, ya rompiste algo, ya perdiste una cosa o te la robaron, que no te importe, hasta ahora no he conocido a nadie que lo entierren o lo cremen con su casa o en su coche".

Disposición: "Ayuda sin que te importe a quién y sin esperar nada a cambio" o lo que es lo mismo "No te detengas por creer que se quieren aprovechar de ti, es es pedo de ellos, tu lo haces de corazón, ya ellos rendirán cuentas luego".

Es la primera persona que conozco, que me dice "estoy haciendo ejercicio por que sentía que ya era necesario y por que cuando me muera quiero que aún me funcioné bien algo para donarlo". Vivió combatiendo contra mis excusas de falta de tiempo para detenerme a ayudar o colaborar más y me decía "si de verdad quieres ayudar, ayuda con lo que menos tienes así que si lo que te falta es tiempo, empieza por ahí". 

No es necesario gastar dinero para regalarle una sonrisa a la gente a tu alrededor, de nada vale el tiempo que puedes pasar viendo televisión o perdido en el internet, pero ese tiempo adquiere un valor incalculable cuando se lo regalas a una persona para escucharla y estar ahí acompañándola aunque sea en su silencio.

Es cierto que no hay nada nuevo en todo esto, cuando vas a un servicio religioso, a alguna platica motivacional o de desarrollo, terapia o charla de valores, la temática versa por lo general sobre estas cosas. Entonces ¿en dónde esta el hilo negro?

El secreto está en lo que para mi fue el mejor legado y muestra de amor que nos pudo dejar: La receta para llevar todo esto a la práctica diaria, lo cual tampoco tiene mayor complicación.

"Si quieres bailar, baila; si quieres cantar, canta; si quieres salir, correr y gritar como loco, hazlo; si quieres abrazar a alguien o decirle que lo extrañas, no lo pienses. Vive y disfruta sin temor al que dirán y deja de estarte juzgando constantemente"

Cada vez que nos decía estas cosas, por lo general contestábamos que no era tan simple, y argumentábamos una serie de pretextos que quedaban si validez cuando nos demostraba lo contrario con el ejemplo. Conozco muy pocas personas que tengan la capacidad de disfrutar, equivocarse y reírse de si mismos como lo hacía mi madre, sin darle importancia a lo que dijeran de ella.

El secreto para poner todo esto en la práctica lo resumía siempre en una sola frase "Que te valga madre!!!" La vida es en realidad demasiado corta y demasiado bella como para no disfrutarla. Cierto es que hay problemas y complicaciones pero si los puedes solucionar, hazlo! y si no, déjalos ir!, no sufras por algo que no tiene remedio y mucho menos sufras por algo que tienes la capacidad de resolver.

Es posible que digan, ¿ya? ¿eso fue todo? ¿así de simple? ¿qué no te importen las cosas y ya? ¿y la receta mágica? pero aunque parece sencillo es algo muy difícil de practicar, no se trata de desentenderte de las cosas, ni de apatía y falta de responsabilidad, sino al contrario de darle a las cosas la importancia real que tienen, ni menos, ni más, siendo totalmente responsable siempre de tus decisiones. 

Recuerden que los problemas son tan grandes o tan pequeños como los queramos dimensionar, siempre habrá personas que lloren por cosas tan superficiales como asistir o no a un baile, y siempre habrá personas que sin recursos, con las condiciones en contra y golpeados por la vida, tendrán una sonrisa que ofrecerte mientras luchan por levantarse y seguir adelante.

Quizas digan que esto es un enfoque simplista acerca de la vida, pero tengan la certeza de que si confían en ustedes, se desapegan de las cosas incluyendo sus problemas y se preocupan por dar y ayudar, sin que les importe lo que los demás piensen de ustedes, no llegarán a la plenitud pero al menos estarán un poco más vivos y felices.

La canción que más gustaba a mi madre dice que: "En algún lugar sobre el arco iris los cielos son azules y los sueños que te atreves a soñar se hacen realidad." Ella nos enseñó que ese lugar esta aquí y ahora. Y si para llegar a él hay que tener al nivel de "locura" que la caracterizaba, bien vale la pena el contagio.